La empresas que no registren adecuadamente la jornada laboral de sus empleados utilizando medios digitales, tal y como marca la normativa actual, se enfrentarán a partir de ahora a multas mucho más duras que las establecidas con anterioridad.
El Ministerio de Trabajo impondrá multas de hasta 7.500 euros a las empresas por cada trabajador que no haya registrado correctamente su jornada laboral.
Según el Real Decreto-ley 8/2019, vigente desde 2019, todas las empresas están obligadas a llevar un registro horario diario de sus empleados, incluyendo horas de entrada y salida y descansos legales. Sin embargo, a partir de 2024, el Ministerio endurecerá las sanciones. Cada infracción individual será multada con 7.500 euros, en lugar de aplicar multas globales para la empresa.
El objetivo de esta obligatoriedad es reforzar el control laboral y combatir el absentismo y el trabajo no declarado, problemas persistentes en el mercado laboral español.
La multa se aplicará tanto a contratos presenciales como a aquellos en teletrabajo, quienes también deben registrar sus horarios laborales mediante plataformas homologadas. Para ello las empresas deben registrar la hora de inicio y fin de la jornada, así como las pausas realizadas, independientemente de dónde se encuentre necesariamente el empleado. Esto plantea una serie de desafíos ya que muchos teletrabajadores distribuyen sus tareas de manera no convencional, adaptándolas a sus necesidades personales y esto puede dificultar un registro preciso si no se utilizan herramientas adecuadas.
En este escenario, los softwares especializados en la gestión del tiempo y la jornada laboral son herramientas clave para garantizar el cumplimiento legal, mejorar la organización y fomentar la transparencia en las relaciones laborales.
Las herramientas de gestión de tiempo y aplicaciones de fichaje como el software ofrecido por Lomaxim, se han vuelto imprescindibles para evitar sanciones en cualquier sector de actividad. De no cumplir con esta normativa, las empresas se exponen a inspecciones laborales rigurosas, con posibles multas por cada empleado sin registro adecuado.